NO ACUDAN A MÍ CON LA VERDAD
No acudan a mí con la verdad.
No traigan el océano si me ven sediento,
ni el cielo si pido por la luz;
traigan mejor indicios, un poco de rocío, una partícula,
así como los pájaros llevan del agua sólo gotas,
y el viento
una brizna de sal.